Los Cano forman parte de las 1.100 familias beneficiarias del proyecto de agricultura familiar que impulsamos en Cochabamba. “la producción de lechuga es realmente asombrosa”, dicen, e incluso consiguen excedentes para vender a sus vecinos. El rábano y el nabo es lo primero que cosecharon en sus huertos; ahora, empiezan a consumir el brócoli, la coliflor y el repollo.
El objetivo del proyecto Aymuray Mita es mejorar la alimentación en comunidades rurales la de Parko Kocha, donde viven los Cano. Entregamos semillas y plantines, y nos ocupamos de la asistencia técnica a las familias en el cultivo de sus huertas, con un enfoque agroecológico. Son cultivos de ciclo corto, que también tienen en cuenta los factores climatológicos, medioambientales y de sostenibilidad. Y es que la seguridad alimentaria es fundamental no solo para el desarrollo familiar, sino local y de superación de la pobreza.
La producción de verduras y hortalizas, entre otros beneficios, ha abierto una actividad productiva nueva en las comunidades, donde hasta ahora solo se producían tubérculos y cereales.
Ahora mismo la zona del valle de Cochabamba padece lluvias y granizo que afectan a los cultivos de patata, haba, maíz, y otros como el de melocotón a punto de ser cosechados. El acceso a la alimentación de las comunidades rurales se ve afectado por el cambio climático con lo que el apoyo a la agricultura familiar constituye una prioridad en las políticas municipales con las que Global Humanitaria se alinea.