Los cinco comedores escolares que apoyamos en Cochabamba están funcionando a pleno rendimiento. Más de 267 escolares de comunidades campesinas y 35 profesores asisten a los comedores de Pampa Mamata, Pujyuni y Vilaque (Tarata) y Parko Kocha y Juntutuyu (Vacas).
Para su funcionamiento es indispensable la colaboración de las madres de los alumnos, que ocupan una media de 4 horas diarias en la preparación de los alimentos, con el apoyo de la nutricionista de Global Humanitaria que elabora los menús y controla la cantidad y calidad del servicio. Hasta la fecha se han distribuido alrededor de 30.600 raciones alimenticias, que se financian, en parte, gracias a la Diputación de Badajoz y al Municipio de Vacas.
Comedor escolar , Pampa Mamata
Control nutricional
También, y junto con el Servicio Departamental de Salud, hemos realizado la evaluación del estado nutricional de los escolares y hemos distribuido vitamina A y desparasitantes. Paralelamente, nuestra nutricionista ha impartido charlas sobre alimentación saludable e higiene, con la colaboración de los centros de salud de la zona.
Dado que en el área rural la desnutrición crónica asciende al 26%, nuestro proyecto de comedores integra un programa de huertos escolares para, entre otras cosas, añadir hortalizas y verduras frescas en la dieta de los niños. “Las consecuencias de la desnutrición se manifiestan en la vulnerabilidad frente a cualquier tipo de patología y en el deterioro físico e intelectual que causa bajo rendimiento escolar. El círculo se cierra cuando estos niños, ya adultos, repiten las condiciones que provocan la desnutrición infantil en sus familias. Esta situación es uno de los factores del estancamiento social y económico de muchas comunidades rurales y que afectan a la zona específica del proyecto”. nos comenta Iris Alandía, responsable del proyecto en Bolivia.
Imagen: Distribución de desparasitantes entre los alumnos en la escuela de Pampa Mamata. (Global Humanitaria)