"Recuerdo el encuentro con nervios y expectación, pero sobre toda mucha ilusión y mucha alegría. Fue un encuentro muy bonito. Conocí primero a Kelly y a su madre y su hermano pequeño y luego a Diomedesa, su familia, su profesora y sus compañeras de clase. Fue increíble poder abrazar a las niñas y hablar con ellas. Sentí que ellas también estaban muy contentas.
Vi a las niñas y a sus familias sanas y contentas. Es un entorno muy rural. Puede visitar la casa de Diomedesa, muy grande, y su colegio, muy cerca de su casa. También visité el colegio-comedor de Kely, que también estaba muy bien.
Tanto el colegio de Diomedesa como el colegio-comedor de Kelly tenían muy buen aspecto. La profesora de Diomedesa y sus compañeras eran un encanto. El colegio de Kelly estaba muy limpio y las madres de los niños se turnaban para preparar la comida. Todo estaba bien organizado".
Apadrinar a un niño significa dar una oportunidad y todos tenemos derecho a una oportunidad. A algunos se nos viene dada, por lo que nos toca dársela a aquellos que no. Me gustaría recalcar que el dinero llega a su destino. Conocí a las dos personas que trabajan con Global Humanitaria en Perú. Realizan una gran labor!