La vida no es posible sin agua y hoy, 2 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable. En nuestras zonas de trabajo constituye un factor esencial de desarrollo y uno de los lastres que afectan a la higiene, a la salud, la producción de alimentos y a la nutrición desde la infancia.
Este 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, centrado en la importancia en las aguas subterráneas que pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos. Muchas zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua para el consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.
En Takeo, Camboya, hemos construido dos pozos que bombean agua con energía solar. Abastecen a dos escuelas y sus comunidades. Hemos levantado la estructura incluidos los tanques de almacenamiento, el techo de la estructura y el sistema de energía solar
Los pozos dan servicio a 2.500 niñas y niños, y en las escuelas donde se han instalado llevamos a cabo actividades de sensibilización sobre el uso adecuado, la higiene para la prevención de COVID-19, la salud , así como sobre la gestión del agua en la escuela, la pagoda y la comunidad alrededor de las escuelas.
Estos sistemas de abastecimiento de agua permitirán a las comunidades educativas, así como a los habitantes de las comunidades donde los centros educativos se ubican, tener acceso al agua para higiene y saneamiento durante todo el año, ya que, en esta zona, durante la temporada de sequía, el acceso a este derecho fundamental se encuentra fuertemente reducido.
Imagen: Pozo de la Escuela Trapaing Thom, en Takeo, financiado por el Ayuntamiento de Gijón (Aredoc/Global Humanitaria)