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Los estudiantes de la Escuela de Música Juan Valdivia (Kumirmari, Sunderbans) continúan su formación y participan activamente en programas culturales y funciones escolares donde cantan, bailan y tocan la tabla o el armonio. Las clases se imparten los fines de semana en tres centros: el Centro de Salud, el centro educativo HemPara y el centro Kathkhalipara. Atin Swarnakar, maestro de técnica vocal  y Swapan Gayen, de tabla. instruyen actualmente a 57 niños y niñas.

Samarjit y Zinia son dos de los mejores alumnos de la Escuela. Ambos estudian en el centro de salud de Kumirmari y forman parte del grupo de 14 que, por su nivel, podrán hacer el examen oficial en la escuela de música Sastriya Sangeet Kala Parishad.

A pesar de las dificultades de su día a día, en un entorno sin apenas recursos, de no disponer de instrumento propio y no poder practicar en sus casas, los alumnos están muy contentos de tener esta oportunidad: “Nuestra aldea está tan aislada que (de otro modo)  no tendríamos posibilidades de aprender música”, comenta Zínia. “Me encanta practicar tabla* estoy aprendiendo mucho! ", añade Samarjit.

Música y educación

Global Humanitaria inauguró la escuela en 2016 con el apoyo de Juan Valdivia, guitarrista de “Héroes del Silencio” y su club de fans. El objetivo: promover la actividad cultural y el desarrollo de los niños que participan en nuestro programa de refuerzo educativo en Sunderbans, archipiélago conformado por vastas extensiones de manglares, donde la población vive en situación de pobreza, padece el abandono de las instituciones y carece de los servicios básicos necesarios, entre ellos agua potable. Una industrialización poco respetuosa con el medio ambiente, la invasión del mar y la salinidad del suelo, asi como las inundaciones periódicas y ciclones, incementan la pobreza de sus cerca de 4 millones de habitantes.

*la tabla es un instrumento de percusión que consta de dos tambores, muy presente en la música tradicional india.

Imagen: Alumnos de la escuela de música Juan Valdivia hacen sus clases en centros de Kumirmari. (Global Humanitaria /Nids )