Tras las elecciones celebradas el pasado 20 de octubre, la salida de Evo Morales del país y la presidencia interina de Jeanine Añez, hablamos con nuestros compañeros en Cochabamba, nuestra zona de trabajo, para tomar el pulso a una situación que ha causado ya 32 muertes, según confirmó la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
Global Humanitaria trabaja con población mayoritariamente indígena, quechua, en municipios de Cochabamba, en proyectos de educación y seguridad alimentaria, donde los enfrentamientos y los bloqueos son más intensos.
“El panorama no ha cambiado substancialmente respecto a la semana pasada, nos comenta Edson Beymar, director de Global Humanitaria Bolivia, y añade que “no es en todo el país, es más, solo es en algunos sectores de Cochabamba y La Paz. Nosotros seguimos expectantes de los acontecimientos y de que no continúen los enfrentamientos”.
Bloqueos
Las dificultades para acceder a la zona de proyectos de Arbieto, Tarata y Vacas son importantes debido a los bloqueos “El problema no es no poder entrar a las escuelas, sino llegar a las mismas, y poder cargar combustible, ya que los camiones cisternas no han podido llevar el combustible a las zonas rurales”.
En esas zonas, añaden desde el área de Apadrinamiento de Bolivia “se están realizando bloqueos en las vías de acceso a cada comunidad e impiden el paso a todo tipo de vehículos exigiendo identificarse para pasar caminando. Todo esto impide que podamos llegar a Tarata y luego a las escuelas y/o domicilios de los niños apadrinados para entregar donativos, correspondencia, etc.”
Actividades de proyectos
Seguiremos informando del avance de la situación, y las afectaciones a nuestro trabajo. Nuestros proyectos educativos y de seguridad alimentaria en su mayoría están prácticamente concluidos aunque algunas de las actividades han sido suspendidas debido también a que se han suspendido las clases en las escuelas. Entre otras, de momento, hemos parado las siguientes acciones :
Esperamos que se restablezca la paz lo antes posible. Toda violencia atenta contra los derechos humanos, especialmente de la infancia y de las comunidades más vulnerables.
Imagen: Cochabamba (Juan Díaz/ Global Humanitaria)