Salomon es un niño inteligente y tímido. Nació en Zahibo, en Costa de Marfil, pero vive en Gnambouadougou a la orilla de un río, el Lobo, que apenas les deja unos pies de terreno para cultivar cacao y plátanos.Tiene 9 años y estudia 2º de primaria en la escuela que construyó Global Humanitaria en Bodouakro para alrecedor de 300 niños de la zona.
"Nuestra casa está hecha de barro y cubierta de plástico. Mi mamá cultiva berenjenas, pimientos y gombo (okra/ planta de fruto comestible similar a una vaina ) en una pequeña parcela" , nos cuenta Salomon.
"Tengo dos hermanas, pequeñas y un hermano. Me levanto a las 6 de la mañana, me lavo y me pongo el uniforme. Después desayuno con mis primos y hermanos y nos vamos a la escuela, que está a 5 km".
"En la escuela aprendo a escribir, a leer y matemáticas. Me gustan los días que nos quedamos a comer en el comedor".
"Cuando no voy a la escuela, voy al campo o a pescar con mis hermanos. Nos divertimos mucho cuando estamos en casa. Me encanta jugar al futbol".
"Nuestra comunidad es pobre o que más me gusta, es que nuestros parientes son muy solidarios y siempre están dispuestos a ayudarse mutuamente.Si yo tuviera medios, me ocuparia de todos los niños que tienen heridas incurables. Cuando sea mayor, quiero ser empresario y visitar muchos países".
Imágenes: Salomon en su aldea, con su familia y con sus amigos en la escuela de Bodouakro, Costa de Marfil (Sapharm/Global Humanitaria)